Plantas de interior
El estilo de una casa es la suma de muchos factores, unos muy evidentes (como el mobiliario o el color o textura de las paredes) y otros más sutiles como los textiles o las plantas que de forma estratégica dan vida a las estancias más áridas del mundo. Aquí te traemos las plantas de interior que más aportan al estilo de tu hogar y que además tienen un mantenimiento sencillo, factor a no olvidar.
Lo primero que debemos tener en cuenta es saber las condiciones de luz solar directa o indirecta que tiene el espacio donde queremos que luzca y las necesidades de riego y poda de la variedad de planta que hayamos elegido.
Aquí te dejamos las apuestas seguras para traer un poquito de naturaleza a tu hogar.
Ficus
Tener un ficus lyrata es acercar un poquito de la selva a nuestra casa. Tiene unas ramas grandes y arqueadas y sus hojas puntiagudas y estilizadas dan un aire muy elegante al rincón donde la pongamos. Queda perfecto al lado de una gran ventana, al pie o en el círculo final de una escalera de caracol, cerca de un sofá o en cualquier rincón que nos pida a gritos un poco de vida. Lo mejor de todo, son muy resistentes en verano es suficiente con regalarla una vez a la semana y una vez cada quince días en invierno.
Planta de elefante
Se llama así por su grueso tronco que es similar a una pata de elefante. Es una planta de interior muy alta puede llegar a medir un metro y medio en maceta, aunque en su hábitat natural puede alcanzar los 10 metros. Es muy decorativa y sus cuidados son muy sencillos lo que necesita grandes dosis de luz, pero no directa. Se recomienda un buen drenaje y comprobar la humedad de la tierra antes de proceder al riego que debe ser contenido.
Cinta
Una de las plantas más duraderas y fáciles para iniciarse en el arte de la jardinería sin frustrarse es la Cinta, también llamada malamadre. Esta planta que además se puede multiplicar a través de sus hijuelos si los trasplantamos en otros tiestos necesita luz pero sin que le de el sol directo. Su riego es moderado en invierno (un par de veces a la semana) y mucho más abundante en verano (tres o cuatro veces dependiendo de la provincia donde vivas y el calor que se acumule en esa estancia). Es importante pasar de vez en cuando un trapo o bayeta impregnado en agua fría a sus hojas ya que les ayuda a crecer más sanas además de que luzcan más bonitas. Es una planta perfecta para combinar con muebles coloniales y también nórdicos.
Palmera de salón
Aunque su nombre real es Chamadeora Elegans se le conoce como Palmera de salón y se caracteriza además de por emular a una palmera por su fácil cuidado y su mayor resistencia. Esta planta de interior puede llegar a medir dos metros y aunque puede tener flores en algún momento del año no es demasiado llamativo. Esta planta de lento crecimiento se adapta a cualquier entorno y necesita temperaturas entre 18 y 25 grados, una luz no directa y un riego moderado ya que si tiene demasiada agua puede acabar con ella. Es importante que no se coloque ni en corrientes de aire ni en fuentes de calor como chimeneas o la calefacción.